Audi, Jaguar, Smart, Fiat y muchas otras marcas de vehículos ya han anunciado que dentro de muy poco solo producirán coches eléctricos. Esta necesidad, sumada a la emergencia climática, hace necesario que los Ayuntamientos preparen el modelo de movilidad teniendo en cuenta los puntos de recarga de coches eléctricos.
En este artículo explicamos cuál es la forma de optimizar la ciudad para la movilidad eléctrica.
Ubicaciones ideales para hacer instalación de puntos de recarga
Para empezar, hablaremos de las posibilidades a la hora de agilizar las instalaciones.
Por una parte, la opción más sencilla es hacer uso de las instalaciones municipales ya existentes que se valgan de energía eléctrica. Hablamos, por ejemplo, de los siguientes elementos:
- Alumbrado público
- Sistemas de riego automático
- Bolardos automatizados
- Semáforos
Debido a que estos sistemas siempre están cerca de las calzadas pudieran cumplir una función doble y alimentar, asimismo, a los puntos de recarga.
Como mínimo, es recomendable ubicar plazas con potencia que ronde los 4kW. En función de las características de la red, podrá regularse la potencia. Y esta potencia tiene repercusión sobre la rapidez de carga.
No es lo mismo un coche eléctrico que solo se usa en ciudad que los que se emplean para viajes de larga distancia. En el caso de aumentar la potencia de la estación de recarga, la mejor opción es limitar por tiempo el uso de la plaza, ya que suelen bastar un par de horas para realizar la carga completa. De esta forma, más usuarios se pueden beneficiar del servicio otorgado por el ayuntamiento.
Además, también hay la posibilidad de llegar a un acuerdo con negocios ubicados en bajos para que ubiquen puntos de recarga, siempre con algunas ventajas legales otorgadas por el Ayuntamiento.
Aunque cada caso es distinto, se calcula que la necesidad actual equivale a un punto de recarga de coches eléctricos por cada 1.000 habitantes.
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